La limpieza de tu coche es una tarea que se puede hacer de varias formas, una de ellas es mediante la limpieza en seco o ecológica y que se caracteriza por no usar agentes químicos y no dañar tu vehículo. En cambio, el uso de productos químicos en la limpieza de tu coche puede afectar al estado de la pintura y la carrocería dependiendo cómo los apliques. Por ello, en el artículo de hoy nos vamos a centrar en el uso de agentes y productos químicos en la limpieza del coche y cómo evitar los daños que ésta produzca.

También contaremos algunos trucos para el cuidado y mantenimiento exterior de tu coche, así como algunas claves para que tu coche quede reluciente por dentro y por fuera.

Limpieza exterior e interior del coche

Lo primero de todo es que si te decantas por la limpieza manual debes tener cuidado con los productos que usas. Para ello es importante que escojas los materiales más adecuados para tu coche. Por ejemplo, si tienes un vehículo antiguo y con la pintura desgastada es recomendable que aumentes la cantidad de cera. En los coches nuevos no es tan necesario este tipo de productos, pero debes tener en cuenta el jabón que utilices para evitar daños en la pintura.

Antes de proceder a limpiar tu coche debes proceder a realizar una descontaminación de la carrocería.

¿En qué consiste la descontaminación?

El coche es un elemento que suele pasar mucho tiempo expuesto a agentes externos como la lluvia, el polvo, los rayos de sol, el viento, etcétera. Estos elementos residuales se trasladan a través de la atmósfera mediante el viento y contaminan tu coche al quedar incrustados en la pintura. Aunque parezca limpio un coche, es muy posible que no lo esté, debemos comprobar si necesita ser descontaminado y ver si tiene restos de polvo o cualquier residuo oculto entre la pintura.

Piensa que la carrocería no es completamente lisa y es fácil que se acumulen restos y motas de suciedad que son imperceptibles a la vista. Los coches al rodar o estar estacionados están a la intemperie lo que aumenta la posibilidad de que restos de animales, alquitrán, el humo de los coches y cualquier otro elemento se incruste en la carrocería. ¿Cómo averiguarlo? Para saber si tu coche está limpio, una buena forma es usar un trozo de plástico fino (el borde de una cajetilla de tabaco puede valer) y pasarlo por la zona. Si la mano va suave y no rasca es que tienes suerte y tienes el coche limpio, en cambio, si al pasar el plástico se atranca o atasca es que necesitas descontaminarlo.

Limpieza previa

Existen productos químicos específicos para limpiar tu coche. Se llaman clay bar, o limpiadores líquidos que descontaminan de forma efectiva. Si no los encuentras en el mercado y quieres ir a lo seguro puedes optar por una solución clásica, efectuar un pulido a mano suave. Esto es recomendable si utilizas un pulidor que contenga productos de limpieza química concentrados. Sin embargo, te recomendamos bajar la dosis y leer las instrucciones y los componentes para evitar que los productos abrasivos quemen la pintura.

El pulido elimina los restos de la parte más superficial de la pintura. El problema de los coches más modernos es que están compuesto de pinturas de doble capa. Esto significa que al pulir se puede quitar pintura al frotar. No es mucha cantidad, hablamos de micras, pero esas micras son las que protegen la capa base del color de la pintura.

La clave para mantener el color es no usar productos muy abrasivos o agresivos y pulir siempre en la misma dirección. También es importante pulir por zonas y no hacerlo todo del tirón. ¡Por ejemplo, primero el capó, luego las puertas, techo y finalmente la parte de atrás!

Al acabar utiliza la laca fijadora para que el pulido se mantenga y el coche esté limpio más tiempo.

Un producto para cada zona

Para mantener el olor a coche nuevo deberás tener en cuenta usar un producto para cada parte del coche. ¡Por ejemplo, no pretendas usar la esponja de las llantas para limpiar los cristales! Debes cambiar de bayeta y usar una especial para los cristales. Lo mismo sucede con las tapicerías de cuero, para ello deberás usar productos que respeten el PH del cuero y sean capaces de retirar manchas, grasas o cualquier resto que se acumule en los asientos.

Comprueba que no contengan ningún tipo de disolventes ni alcohol ya que puede dañar los asientos. Escoge un acondicionador previo para retirar los restos. Una vez acabas puedes pasar un cepillo y una bayeta para completar la limpieza.

Lo mismo sucede con las bayetas, no utilices la misma esponja o bayeta para los cristales que para la carrocería o las llantas. Piensa que los cristales y las llantas son elementos muy delicados y debes usar esponjas especiales para carrocería o bien bayetas limpiacristales. Existen esponjas y gamuzas con efecto anti vaho específicas para evitar que el vapor de agua y la humedad se depositen en el cristal.

Con respecto a las llantas, te recomendamos escojas un jabón con efecto desincrustante. Eso sí, no te olvides secar la llanta una vez le pases el líquido. De esta forma, conservará el brillo del coche durante mucho tiempo. ¡Si tienes las llantas lacadas o cromadas, te recomendamos que compres un producto especial!

Por último, si tienes un coche nuevo te desaconsejamos que uses estaciones de servicio y centros de lavado que usen químicos y abrasivos. Evita los aditivos y los túneles de lavado que tengan esponjas demasiado duras. Lo mismo pasa con las cerdas, éstas deben ser suaves para no arañar el coche.

Por otro lado, mientras limpias tu coche, es un buen momento para revisar el estado de líquidos (anticongelante, frenos, aceite) y llenarlos en caso necesario. De esta forma, evitarás ir al taller y estarás haciendo un pequeño mantenimiento previo de tu coche. El cuidado de un coche es una tarea que requiere tiempo y esfuerzo, por ello, una buena opción es acudir a un centro de lavado donde además de limpiar tu coche también lo cuidarán por dentro y por fuera.

Si te preocupa ser respetuoso con el medio ambiente lo mejor es que acudas a un centro de lavado ecológico ya que se caracterizan por utilizar productos biodegradables que no dañan la carrocería de tu vehículo. Si le sumas un trato excelente y profesional, la combinación es perfecta.